Marie tiene un perro. Se llama Max. Max es pequeño y marrón. Marie quiere mucho a Max. Cada día juega con él en el jardín.
Una mañana, Marie abre la puerta para dejar salir a Max. Pero Max corre muy rápido y desaparece. Marie está triste. Busca a Max por todo el barrio. Grita: “¡Max! ¡Max!” Pero Max no regresa.
Marie decide pedir ayuda a sus vecinos. Llama a la puerta de la señora Dupont. “Hola, ¿ha visto a mi perro?”, pregunta Marie.
La señora Dupont dice: “No, no lo he visto, pero te ayudaré.”
Marie y la señora Dupont cuelgan carteles por el barrio. En el cartel hay una foto de Max y el número de teléfono de Marie. Los vecinos ven los carteles y también buscan a Max.
Por la tarde, Marie está muy triste. Vuelve a casa y piensa en Max. De repente, oye un ruido frente a la casa. Abre la puerta y ¡ve a Max! Max está sucio y cansado, pero está allí. Marie está muy feliz. Toma a Max en brazos y lo acaricia.
Al día siguiente, Marie lava a Max y le da de comer. Max come rápido. Marie dice: “Eres mi mejor amigo, Max. ¡No te vayas más sin mí!”
Desde ese día, Marie y Max juegan aún más juntos. Pasean cada día por el parque. Max es feliz y Marie también. Son amigos para siempre.